1922. Caracterización de las hormonas


El estudio de las hormonas comenzó a propagarse. El anatomista estadounidense Herbert Evans (1882-1971) demostró que un extracto de glándula hipófisis producía gigantismo en los ratones. Esto indicaba la presencia de una hormona del crecimiento en esta glándula. En 1925, el bioquímico canadiense James Collip (1892-1965) aisló de las glándulas paratiroides un extracto que contenía una hormona –a la que se llamó parathormona– que ya se sabía que regulaba el metabolismo del calcio. En 1943, el bioquímico estadounidense de origen chino Choh Hao Li y su grupo aislaron un número de moléculas proteicas de la hipófisis, una de ellas fue la ACTH o adenocorticotrofina. Esta hormona estimula la actividad de la corteza suprarrenal y aumenta la producción de cortisol. Li describió también otras hormonas de la hipófisis que tienen la función de estimular la actividad de glándulas como el tiroides o las gónadas. En ese momento, la hipófisis se consideraba el coordinador general para la producción de hormonas, lo que determinó que durante mucho tiempo fuera llamada la “glándula maestra.” En 1944 se introdujo la técnica de la cromatografía en papel, que resultó más rápida que la columna de polvo absorbente que se había ideado en 1906. Además, la cromatografía en papel permitía usar simples gotas de solución. Esto hizo posible determinar, por ejemplo, el número de aminoácidos en una molécula proteica. En 1952, el bioquímico británico Frederick Sanger aplicó esta técnica para caracterizar a la hormona insulina. En 1956, Li, usando los métodos anteriores aisló la hormona del crecimiento y determinó el orden exacto de los aminoácidos. También analizó la estructura de la ACTH.

Véase también: cap. 34