1996. El origen de la vida en otros planetas (meteoritos)


Frente a las controversias sobre el origen de la vida, algunos científicos reconocidos postularon que incluso las formas de vida más simples son demasiado complejas para haber surgido mediante reacciones químicas al azar en el seno de una sopa oceánica y volvieron a ubicar el origen de la vida en el espacio interestelar. En 1996, en la Antártida se encontró un meteorito en el que aparecieron posibles señales de organismos. Ese meteorito se habría formado en Marte hace 4.500 millones de años, habría estado en la deriva por el espacio interplanetario por 16 millones de años, habría sido capturado por la gravedad terrestre y envuelto dentro de la nieve Antártica. Así, habría quedado enterrado hasta que finalmente fue descubierto hace pocos años. En este meteorito se encontraron estructuras con forma de diminutos bastoncillos, semejantes a bacterias fosilizadas, que se habrían formado hace 4.500 millones de años. Además, se descubrieron evidencias indirectas de actividad metabólica, posiblemente llevada a cabo por microorganismos. Este meteorito no es el primero en su tipo en ser descubierto. Ya se había hallado en 1969 en Australia un meteorito, que aparentemente contenía aminoácidos. Muchos científicos son escépticos respecto de estos hallazgos y sugieren que las estructuras observadas son producto de reacciones inorgánicas. Sin embargo, aún no está dicha la última palabra. Aun con este argumento en mente, podemos preguntarnos: ¿la vida podría haber surgido en Marte? Esta pregunta sigue siendo objeto de debates y discusiones. 

Véase también: cap. 1