1924. El niño de Taung


En 1924 una explosión en una cantera en Taung, Sudáfrica aflojó un trozo de roca que contenía una porción del cráneo de un niño. Este espécimen, junto con muchos otros, fue enviado al anatomista sudafricano Raymond Dart (1893-1988), quien pudo apreciar que el pequeño cráneo tenía algunas características humanoides que lo distinguían tanto de los simios antropomorfos modernos como de sus antecesores (apariencia redondeada del cráneo, el tamaño y la configuración del cerebro y la forma de los dientes). La localización en la base del cráneo del orificio de inserción de la columna vertebral sugería que el joven animal caminaba erecto. Dart comunicó su hallazgo a la revista británica Nature, dándole a este nuevo fósil el nombre de Australopithecus ("antropomorfo del sur"). El cráneo de Taung fue prácticamente ignorado por más de veinte años. Las limitaciones en el marco de interpretación estaban relacionadas al hecho de que Dart no era antropólogo, los científicos no estaban preparados para reconocer como antecesor de nuestra especie a un individuo de cerebro tan pequeño y era unánime la creencia de que la cuna de la humanidad se encontraría en Asia o en Europa y no en la "atrasada" África. Sin embargo, numerosos descubrimientos fósiles posteriores confirmaron la interpretación que Dart dio a este hallazgo. Hasta el presente, se han hallado numerosos fósiles de varias especies del género Australopithecus en diferentes sitios de África, especialmente en la zona denominada Valle del Rift. Entre otros científicos, se destacaron Donald Johanson y sus colegas, quienes descubrieron a la famosa "Lucy" en 1972.

Véase también: cap. 22