1855. Toda célula procede de otra célula (Remarck y Virchow)


A mediados del siglo XVII se produjeron grandes avances en la tecnología en materia de óptica y las células pasaron a ocupar el centro de atención de los científicos. En la década de 1930, Matthias Schleiden (1804-1881) y Theodor Schwann (1810-1882) continuaron la búsqueda de respuestas acerca de qué caracteriza a "la vida" tomando como modelo a las plantas. Sus investigaciones definieron un marco general para el estudio del mundo natural y el funcionamiento general de las células. Sobre la base de todas estas investigaciones, en 1855 se estableció un principio que resultaría central para la biología. Dos investigadores alemanes, Robert Remarck (1815-1865) y Rudolph Virchow (1821-1902), formularon la siguiente afirmación: toda célula procede de otra célula. "Donde existe una célula debe haber habido una célula preexistente, así como un animal surge solamente de un animal y una planta surge sólo de una planta. A través de toda la serie de formas vivas, ya sean organismos animales o vegetales enteros, o sus partes componentes, gobierna una ley de desarrollo continuo".

Véanse también: caps. 1 y 2