1783. Lavoisier y los estudios sobre combustión animal


Mientras Jan Ingenhousz (1730-1799) desarrollaba sus experimentos sobre la purificación del aire con plantas en presencia de luz, el químico francés Antoine-Laurent Lavoisier (1743-1794) llevaba a cabo los experimentos que sentaron las bases de la química moderna. Entre los muchos descubrimientos de Lavoisier, los que tuvieron más impacto sobre los estudios de los procesos vegetales se relacionaban con los intercambios gaseosos que ocurren cuando los animales respiran. Trabajando con el matemático Pierre Simon de Laplace (1749-1827), Lavoisier encerró a un cobayo durante unas 10 horas en una jarra que contenía oxígeno y midió el dióxido de carbono producido. Midió también la cantidad de oxígeno consumido por un hombre en actividad y durante el reposo. Con estos experimentos pudo mostrar que la combustión de compuestos de carbono con oxígeno es la fuente real del calor animal y que el consumo de oxígeno se incrementa durante el trabajo físico. "La respiración es simplemente una combustión lenta de carbono y de hidrógeno, similar en todos los aspectos a lo que ocurre en una lámpara o vela encendida y, desde este punto de vista, los animales que respiran son en realidad cuerpos combustibles que arden y se consumen". Sin embargo, Lavoisier propuso que, en el cuerpo, el aire inspirado se "quema" en los pulmones, propuesta que rápidamente levantó objeciones por parte de otros científicos. El trabajo de Ingenhousz continuó la carrera prematuramente truncada de Lavoisier, quien fue guillotinado el 8 de mayo de 1794 durante la Revolución Francesa. Adoptando rápidamente las ideas de Lavoisier acerca de los gases, Ingenhousz propuso la hipótesis de que la planta no intercambiaba simplemente "mal aire" por "buen aire"y de este modo hacía al mundo habitable para la vida animal. Durante las horas de luz solar, sugirió, una planta absorbe el carbono del dióxido de carbono y "arroja al mismo tiempo sólo el oxígeno libre y mantiene el carbono para sí como alimento".

Véanse también: caps. 4, 5 y 6