1753. Un sistema de clasificación (Linneo)


La idea de que cada tipo de ser vivo surgió tal como es en la actualidad –y que fue creado especial y específicamente– era una idea apremiante en el siglo XVIII. ¿De qué otro modo se podría explicar el sorprendente grado en el cual cada ser vivo estaba adaptado a su ambiente y a su papel en la naturaleza? No fue solamente la autoridad de la iglesia, sino también, según parecía, la evidencia ante los propios ojos, la que confería tal fuerza al concepto llamado "de creación especial". Entre aquellos que creían en la creación divina estaba Carl von Linné (Linneo) (1707-1778), el gran naturalista sueco que ideó el sistema actual de nomenclatura para las especies o clases de organismos. En 1753, Linneo publicó Species Plantarum, que describía en dos volúmenes enciclopédicos cada especie de planta conocida en esa época. En el momento en que Linneo estaba trabajando en este proyecto masivo, había exploradores que regresaban a Europa desde África y el Nuevo Mundo con plantas no descritas previamente y con animales desconocidos e incluso, aparentemente, con nuevos tipos de seres humanos. Linneo revisó su obra edición tras edición para dar cabida a estos hallazgos, pero no cambió su opinión de que todas las especies existentes en ese momento habían sido creadas en el sexto día del trabajo de Dios y que permanecieron fijas desde entonces. Durante la época de Linneo, sin embargo, se hizo claro que el patrón de la creación era mucho más complejo que el que había sido pensado originalmente. El sistema de clasificación ideado por Linneo, al ordenar a miles y miles de especies, puso en evidencia ciertas regularidades en la organización y el funcionamiento de los seres vivos. Posteriormente, la comparación entre los diferentes grupos de organismos permitió considerar que unos derivaban de otros.

Véase también: cap. 17