1951. McClintock y los elementos genéticos móviles


Bárbara McClintock (1902-1992) estudiaba la genética del maíz (Zea mays) en los laboratorios de Cold Spring Harbor, en New York. Estaba efectuando análisis genéticos de las diferencias en color y otras variaciones en los granos de maíz; cada uno de los cuales es una planta en estado embrionario. Realizando sus estudios se encontró con casos inexplicables de repentina inactivación génica. Con estudios citológicos y de mapeo cromosómico pudo deducirse que los cambios detectados en la función de los genes no se debían a mutaciones. Descubrió que ocurrían como consecuencia del movimiento de elementos genéticos (a los que llamó "elementos de control") de un lugar del cromosoma a otro. Sostuvo McClintock que estos elementos "saltaban" de un sitio a otro del cromosoma y también de un cromosoma a otro. De esta manera podía explicar las curiosas variaciones en la coloración de los granos de maíz. Sus hallazgos fueron publicados en 1951, pero se ignoraron durante mucho tiempo. "Ferozmente independiente, sin someterse a nadie", según las palabras de James Watson, ella prosiguió tenazmente su investigación, en algunas ocasiones trabajando en forma gratuita. "Era divertido", se dice que ha dicho, "difícilmente podía esperar a levantarme por la mañana". En la última década el descubrimiento de una gran cantidad de elementos genéticos móviles dio apoyo a las ideas de McClintock que fueron rescatadas. Bárbara Mc Clintock continuó con su trabajo hasta poco antes de su muerte, en 1992. "Realmente han existido tres grandes figuras en la historia de la genética", hacía notar James Watson en un homenaje realizado un año antes. "Las tres emes: Mendel, Morgan y McClintock. Gregor Mendel y Thomas Hynt Morgan nos han enseñado lo regular que es el genoma y Bárbara McClintock nos ha enseñado lo irregular que es".

Véase también: cap. 13