Introducción. Los estudios anatómicos y fisiológicos


Desde los comienzos de la historia, fueron muchos los hallazgos y muchos los científicos que emprendieron la tarea de comprender la estructura y el funcionamiento del cuerpo humano. Algunos siguieron un rumbo equivocado y muchos otros propusieron hipótesis más coherentes, que hoy nos permiten conocer con más profundidad nuestro propio organismo. Las inquietudes sobre el funcionamiento del cuerpo humano estuvieron en general asociadas con la necesidad de comprender las enfermedades y sus orígenes. Desde la antigüedad, los hombres apelaron al uso de las plantas medicinales o a sustancias obtenidas de animales para curar enfermedades y heridas. La primera compilación de remedios que se conoce se encuentra en un papiro egipcio de 1550 a. C., que contiene recetas y tratamientos para distintas enfermedades. Posteriormente se describieron miles de plantas que pueden utilizarse para curar los más diversos males. Los aportes que permitieron conocer la anatomía del cuerpo humano no provinieron sólo del interés científico. Grandes artistas, en su afán de encontrar la belleza de las formas anatómicas y reproducirlas con perfección en esculturas, pinturas y grabados, realizaron importantes estudios de la anatomía humana. Los problemas y los hallazgos en este campo son muy abundantes; sólo nos centraremos en algunos de ellos.